sábado, 1 de octubre de 2016

¿El Purgatorio existe? comprobado con la Biblia.

 
 

¿El Purgatorio existe? comprobado con la Biblia.

¿EL PURGATORIO EXISTE O NO? con citas bíblicas.

(Escrito por Rafael Medina)

¿Los protestantes dicen que no existe el purgatorio, ¿qué les respondemos?


1-. Jesús dijo:

El que insulte al hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro (Mt 12,32).


Esto quiere decir que en la otra vida hay pecados que sí se perdonan y otros que no se perdonan.

Estos pecados que sí se perdonan en la otra vida, ¿dónde se perdonan? ¿En el infierno? No puede ser, porque en el infierno no hay redención. ¿En el cielo? tampoco, “porque allá no entra nada manchado” (Ap. 21,27). Luego tiene que haber algo en la otra vida donde sí se perdonan ciertos pecados, y esos se perdonan en el Purgatorio, con excepción de los pecados cometidos contra el Espíritu Santo.

2.- La purificación en la otra vida:

Pero, si es obra que se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. Él se salvará, pero como quien pasa por el fuego (1 Cor 3,15).


Aquí se habla de un obrero del Evangelio, que no pone todo el empeño debido en su actividad apostólica. Por esta razón, su obra se echa a perder, aunque él se salve purificándose en la otra vida mediante el sufrimiento.

Jesús dijo:

“Arreglad vuestras cuentas ahora antes de que os lleven al juez y éste os mande a la cárcel. Porque os digo que no saldréis de aquella cárcel hasta que no paguéis el último centavo de vuestras deudas” (Mt 5,26; Lc 19,25).


Habla Jesús de una cárcel de donde sí se puede salir cuando uno ha pagado su deuda. Luego no es el infierno porque de allí nadie sale. Esa cárcel tiene que ser el purgatorio.

3-. La oración por los difuntos:


En la Biblia Católica hay un libro llamado Macabeos II, ya que en la Biblia Protestante no existe, porque Martín Lutero suprimió éste libro junto con otros seis, de las sagradas Escrituras, porque no le convenían a sus intereses.

“Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado. (2 Mac 12, 45).

Con esto la Santa Biblia demuestra que en la otra vida a algunos sí se les libera de sus pecados.

En el Antiguo testamento el sacrificio era el acto de culto más importante; ahora lo es la Cena del Señor o Misa. Por eso durante la Santa Misa se ora por los difuntos.

4.- Oración por los difuntos por parte de Pablo, en el Nuevo Testamento:


Tenemos el caso de Pablo que pide a Dios en favor de Onesíforo, ya difunto. Primero pide en favor de su familia y después en favor de él, lo que quiere decir que ya estaba muerto.

"Que el Señor derrame su misericordia sobre la casa de Onesíforo, porque muchas veces me ha dado nuevo aliento, sin avergonzarse de estas cadenas. Al contrario, cuando vino a Roma, me buscó activamente, y me encontró. Que el Señor le conceda encontrar su misericordia en aquel día" (2Tim 1,16-18).


5-. ¿Por qué Jesús le dijo al Buen Ladrón: “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23,43) y no le dijo: “Hoy estarás conmigo en el purgatorio”?

Jesús tiene el poder de hacer todo lo que quiera, sin pedir permiso a nadie. De todos modos, como hemos visto, el purgatorio no es un lugar especial, sino una purificación que se logra mediante el sufrimiento. Por lo tanto el mismo sufrimiento que tuvo antes de morir hubiera podido ser suficiente para purificarlo. En caso contrario, bastaba un instante de sufrimiento después de la muerte para lograr la completa purificación y así estar con Jesús ese mismo día en el Paraíso.

6.- ¿Cómo interpretar la parábola del rico epulón? (Lc 16,19-31).

La Iglesia no se ha pronunciado al respecto sobre si en esta parábola el rico epulón verdaderamente estaba en el Infierno o el Purgatorio.

Según algunos expertos el rico epulón se encontraba en el purgatorio y no en el infierno, puesto que dialogaba con Abraham y se preocupaba por sus hermanos, lo que sería imposible si se encontrara en el infierno, donde hay puro odio.

7-. ¿Qué es el Purgatorio entonces?

La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación mediante el sufrimiento, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del Cielo.

8.- Preguntas frecuentes:

-¿Hay algún fundamento bíblico que puede explicar el interés mutuo que existe entre los vivos y los difuntos?

Claro que sí. Se trata de la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo. Según esta doctrina, todos los seguidores de Cristo, vivos y difuntos, somos miembros del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y por lo tanto existe una profunda preocupación de los unos por los otros.

Los miembros se preocupan los unos por los otros (1 Cor 12,26).

Al presente me alegro cuando tengo que sufrir por ustedes; así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, para bien de su cuerpo que es la Iglesia (Col 1,24).

-¿Cuánto tiempo dura esta purificación?

No importa el tiempo, sino la intensidad del sufrimiento. Uno puede sufrir más en menor tiempo, y menos en más tiempo. Así que lo que importa, es que uno se purifique. Lo del tiempo no importa.

-Y si alguien murió desde hace mucho tiempo, ¿le pueden ser útiles las oraciones y las buenas obras que hacemos en su favor?

Claro que sí. En realidad, para Dios no hay pasado, presente y futuro. Para Él todo es presente, por lo tanto cualquier oración u obra buena que hacemos por los difuntos, ya fue tomada en cuenta al momento de su fallecimiento.

-Y si alguien ya no necesita de nuestros sufragios, ¿qué pasa con las oraciones y las buenas obras que hacemos en su favor?


Se aplican a otros que las necesitan. En todo este asunto de los sufragios por los difuntos, Dios se porta con la máxima libertad. En efecto, no está obligado a aplicarlos siempre y completamente a las personas que le señalamos. Para nosotros, lo que importa saber es que seguimos en contacto con nuestros seres queridos que ya murieron y que los podemos ayudar en su purificación como ellos pueden interceder por nosotros. A Dios le queda la máxima libertad en la aplicación de dichos sufragios.

9.- Conclusión:


Por el hecho de que la Biblia no contenga la palabra “purgatorio” no se puede concluir que el purgatorio no exista. En efecto, la Biblia no presenta tampoco la palabra “Trinidad” y existe el dogma de la Santísima Trinidad, reconocido por todos los cristianos protestantes y católicos, con excepción de los testigos de Jehová y los unitaristas.